HALASANA
BENEFICIOS
La postura comparte muchos de los efectos
de la postura sobre los hombros que hemos
descrito en nuestra sección del número anterior de Espacio Humano. El arado es una flexión de la cadera que estira toda la columna, focalizándose sobre todo en la región
cervical. Se produce con ella una mejorÃa
del riego sanguÃneo de la zona cervical y un
estiramiento pronunciado de las vértebras
lumbares. Las personas con disfunciones cervicales, notarán una gran mejorÃa con la
práctica de Halasana. Vuelve la columna
más flexible y saludable, también desentumece la caderas y los músculos de las piernas, especialmente los isquiotibiales que se
alargan al mantener esta postura.
El prana o energÃa se concentra en la región
cervical. La persona que practica Halasana
no será nunca perezosa. La mente se vuelve
clara y calma. Permite una rápida recuperación del agotamiento nervioso. Renueva la
voluntad para comenzar o continuar una
actividad o un proyecto. Disminuye las emociones tales como la desconfianza y los
celos. La habilidad para mantenerse sereno
y centrado aumentará.
INSTRUCCIONES PARA EJECUTAR LA
POSTURA DEL ARADO
(La descripción corresponde al CD de audio Yoga@Home,
Yoga en casa, del Centro Internacional de Yoga Sivananda
de Madrid)
Al exhalar sujetar la espalda firmemente con
las palmas y los dedos de las manos y dirigir las piernas, sin flexionar las rodillas y sin
que éstas se separen, lo más lejos posible,
detrás de la cabeza con los dedos doblados
hacia ésta. Si los dedos de los pies llegan a
tocar el suelo, despegar las manos de la
espalda y estirar los brazos paralelos hacia
delante con las palmas de las manos hacia
abajo (imagen 1). Tirar de los talones hacia
el suelo y mantener las rodillas estiradas y
juntas. Las piernas y los muslos tienen que
formar una lÃnea recta. Presionar la barbilla
contra el pecho para ayudar a flexionar la
región cervical y aumentar la circulación
sanguÃnea en esta parte. Respirar lenta y
profundamente por el abdomen concentrándose mentalmente en el movimiento respiratorio. Esta respiración debe ser pausada y
consciente para que los efectos de la postura se produzcan. La respiración se convierte,
de esta forma, en un elemento de la postura,
para mejorar nuestra concentración y permitirnos el mantenimiento prolongado de la
misma
Si los dedos de los pies no llegan a tocar el
suelo mantenerse en esta postura respirando
profundamente con las palmas de las manos
en contacto con la espalda (imagen 2). Este
paso es muy importante en los principiantes
o en los estudiantes con espaldas muy rÃgidas. El mantener las manos en la espalda
nos permite tener más seguridad en la postura.
Respirar contando tres tiempos en cada inhalación y tres en cada exhalación, repitiendo
el Mandra OM mentalmente.
Nos mantenemos en la postura durante un
minuto e iremos incrementando el tiempo
progresivamente a medida que nos sentimos
cómodos y los músculos vertebrales se van
estirando. Mantener siempre los dedos de
los pies hacia la cabeza para que se estiren los músculos isquiotibiales.
Para volver a la postura sobre los hombros,
sujetar bien la espalda con las manos, utilizando la potencia de nuestras manos y al
inhalar levantar las dos piernas. Si esta elevación es demasiado costosa podemos
levantar una pierna primero y a continuación la otra.
Los estudiantes que sufran de una cifosis
exagerada no deben mantener la postura
del Arado mucho tiempo. Las personas con
procesos asmáticos pueden experimentar
rigidez en el pecho si mantienen Halasana
de forma prolongada. Como siempre es
necesario adaptar las asanas a cada persona según sus circunstancias particulares.
