Asanas de equilibrio: balance de cuerpo y mente
Tu mundo en un pie
La mayorÃa de gente cree, en mayor o menor medida, tener la capacidad de dominar su cuerpo. Sin embargo, al intentar colocarlo en una postura al parecer tan simple como pararse en un solo pie, la forma en la que uno se coloca en el mundo parece cambiar radicalmente. La base que conocemos desaparece y nos enfrentamos a un reto que, creemos, no deberÃa ser difÃcil.
¿Pero qué hay detrás de las posturas de yoga de equilibrio? ¿Por qué el equilibrio puede fallarnos en estos asanas y qué beneficios podemos obtener al practicarlos? A través de la práctica de vrikshasana (la postura del árbol), garudasana (la postura de garuda) o natarajasana (la pose del rey de los bailarines) obtendrás respuestas prácticas y personales. -Por mientras, para ir conociendo un poco más, o para animarte a practicarlos, puedes leer más abajo los efectos fÃsicos y espirituales que producen estos asanas.
Beneficios fÃsicos de los asanas de equilibrio
Al realizar una postura de yoga de equilibrio, trasladamos nuestro equilibrio a una sola pierna, y asà retamos a nuestro cuerpo a una tarea a la que en condiciones normales, está completamente deshabituado. Los músculos de la pierna de base reciben el doble de peso al que están acostumbrados y nuestra habilidad espacial, la forma en la que nos situamos en el espacio, se enfrenta a un desafÃo.
Una calidad de movimiento suave y elegante requiere de un fino equilibrio entre los diferentes grupos de músculos. En la vida diaria, un gran número de personas son descoordinadas en sus movimientos, por lo que han desarrollado movimientos compensatorios automáticos con otro grupo de músculos para lograr un desplazamiento aparentemente equilibrado. Esto es un esfuerzo extra que resulta en un cansancio innecesario tanto para esos músculos, como para los centros nerviosos que los coordinan.
El cerebelo, órgano situado en la parte posterior e inferior de la cabeza, tiene entre sus funciones el control del equilibrio. Durante la práctica de asanas de equilibrio, el cerebelo se ve estimulado y sus habilidades se desarrollan, lo que da como resultado un estilo de movimiento con más balance y gracia durante la vida diaria, a costo de un menor esfuerzo. Los movimientos compensatorios que se daban de forma automática desaparecen, y asà somos cada vez más conscientes de nosotros mismos, empezando lo más básico y tangible: el cuerpo.
Las posturas de equilibrio ayudan también a mantener una mejor postura, ya que para mantener el balance en algunos de ellos es necesario que el cuerpo se encuentre totalmmente recto. Esto demanda que pongamos atención en la alineación de nuestro cuerpo, lo que lleva a descubrir muchas veces que normalmente nuestra postura no es tan erguida como creemos.
Beneficios espirituales de los asanas de equilibrio
Como es arriba es abajo, dice un viejo proverbio. Y como es adentro es afuera. Toda manifestación externa de nuestras acciones es reflejo de nuestra vida interior; es decir, todo lo que hacemos y cómo lo hacemos es producto del estado de nuestra energÃa, emociones y mente. Pero también ocurre al contrario: todo lo que hacemos y cómo lo que hacemos moldea también nuestra naturaleza interior.
AsÃ, el equilibrio que uno logra fuera, se refleja en el equilibrio interior. Si uno logra que en una postura que requiera gran capacidad de equilibrio, el cuerpo se mantenga firme y bien plantado, sin trastabilleos, esta habilidad se reflejerá también en el equilibrio de nuestra mente y emociones. Uno se vuelve asà menos susceptible a reaccionar de forma precipitada o a caer en dramas emocionales, lo que va de la mano con menor estrés y ansiedad. El equilibrio estará por encima.
Por otro lado, el enfoque y atención que uno necesita al realizar estos asanas, mejoran la capacidad de concentración.
Consideraciones y consejos a tener en cuenta al practicar asanas de equilibrio
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Mantén la vista en un punto fijo. Aplicando el mismo principio de como es adentro es afuera, al fijar la mirada fÃsicamente en un punto, nuestra concentración se fija también, se aquieta. Al aquietarse, se aquieta el cuerpo, y el balance es más fácil se mantener. Es fácil de comprobar: si uno está pensando en otras cosas al practicarlo, será más difÃcil mantener el balance.
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Por más que sea más fácil practicarlo de uno de los lados (del derecho, por ejemplo, si eres diestro), practÃcalo siempre de ambos lados y por la misma cantidad de tiempo. Esto desarrollará y equilibrará ambas partes del cuerpo por igual, además de estimular los aspectos activos y receptivos de nuestra energÃa.
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Se recomienda que las personas con problemas en el cerebelo no practiquen estos asanas.
